CÓMO TRANSFORMÉ MI VIDA GRACIAS A VIVE BAILANDO

Semana Nacional Vive Bailando 2018 en Bogotá.

Anderson, un joven barranquillero de 19 años nos cuenta cómo su vida ha cambiado gracias a los proyectos sociales de Vive Bailando.

Si hoy es uno de esos días en los que sientes que tu ánimo no es el mejor, te invitamos a conocer la historia de Anderson, un joven que hizo parte del proyectoVive Bailando en Las Nieves (Barranquilla) de la mano de Coca-Cola FEMSA, quien lleno de ilusión, optimismo y perseverancia, encontró en el baile una manera de transformar su vida, recordar a su padre y ser un líder capaz de cumplir sus sueños


Vive Bailando: Anderson, cuéntanos de ti, ¿cuál es la historia de tu vida?

Andersón: Cuando tenía 6 años mi padre falleció en un accidente en la empresa donde trabajaba. Estaba en su hora de descanso durmiendo con las piernas sobre una de las máquinas, en ese momento llegó un practicante a encender una de estas pero por error resultó encendiéndolas todas, la máquina en la que mi padre estaba descansando empezó a funcionar y agarró su pierna haciendo que se desangrara, la ambulancia que lo recogió alcanzó a llevarlo con vida al hospital pero él no logró sobrevivir; en ese mismo año mi mamá me retiró del colegio porque no sentía ganas de hacer nada.

Cuando tenía 10 años mi mamá se fue con una nueva pareja, no me dijo a donde iba solo recibí una llamada y estuve viviendo con mi abuela durante cuatro años en los que mi mamá solo nos iba a visitar y nos llevaba las cosas que necesitábamos como ropa o pasajes para ir al colegio. 

Anderson, 2020
Foto por: Julián Fruto Sandoval

Vive Bailando: ¿Cómo llegaste a Vive Bailando?

Anderson: Cuando tenía 15 años conocí el proyecto Vive Bailando. Yo estaba en séptimo grado y los profesores Stevenson y Sonny preguntaron a quién le gustaba la danza, yo fui el único que levantó la mano porque sabía que me iba a ayudar a salir adelante con la tristeza que estaba sintiendo. En Vive Bailando recibí mucho apoyo de la formadora de desarrollo humano y el formador artístico, ellos me ayudaron a subir mi autoestima y darme cuenta de que la danza podía cambiar mi vida.

Mi familia no me apoyaba, los vecinos me trataban de drogadicto y loco porque pensaban que el baile no me iba a ayudar y mi hermano se burlaba de mí tratándome de gay; en muchos momentos me sentí mal por sus comentarios, dejé de comer y  un día le dije al profesor que no quería continuar, pero él me alentó y me dijo que no me rindiera, que siguiera adelante.

Foto por: Julián Fruto Sandoval

Vive Bailando: Sabemos que te llevas muy bien con los profesores del proyecto, cuéntanos ¿qué piensas de ellos?

Anderson: En mi profesor de baile vi a un padre y fue mi apoyo durante este proceso. Cuando acabó la primera fase del proyecto estuve en otro grupo para continuar con mis sueños y seguir adelante, en ocasiones me ponía triste porque pensaba que si mi padre estuviera vivo me apoyaría porque a él le gustaba la danza; pero cuando me enteré de que iba a haber una segunda fase del proyecto le conté a mi mamá y ella comenzó a apoyarme.

Vive Bailando: ¿Alguna vez te han querido convencer de que dejes de bailar? ¿Esto cómo te ha hecho sentir?

Anderson: Recuerdo que una vez una señora me dijo que si creía que bailando iba a salir adelante estaba equivocado, que eso no me iba a servir para nada; su comentario me hizo sentir muy mal y tomé la decisión de retirarme del grupo por un tiempo, pero la formadora de desarrollo humano de Vive Bailando me dijo que debía aprovechar mi don y por eso decidí continuar audicionando para el Grupo Élite del proyecto, pasé la audición y fue un gran logro para mí. 

Vive Bailando: ¡Excelente!¡ Estar en el Grupo Élite debe ser espectacular! ¿Nos puedes contar de alguna presentación que haya sido especial para ti?

Anderson: El día de la presentación del malecón estuve muy contento, fueron varios familiares incluyendo mi madre y me felicitaron porque había bailado excelente. El baile me ha permitido ser más comunicativo en mi casa, la relación con mi hermano ha mejorado, ahora mi mamá me dice que el baile sí ha cambiado mi vida, que ya no soy tan tímido, ni tan flojo y que soy una una mejor persona.

Mi familia siempre me recuerda que nunca me he rendido a pesar de todo lo que pueda pasar y yo les digo que eso lo aprendí en Vive Bailando y que me gustaría en un futuro ser profesor de los proyectos sociales.


Andersón es un ejemplo de vida que llevamos en el corazón, una muestra de que los sueños pueden cumplirse con esfuerzo, ganas y mucha dedicación, él nos ha enseñado a seguir adelante sin importar las situaciones o problemas que puedan presentarse en nuestras vidas, hoy en medio de los cambios que vivimos debido a la pandemia por COVID-19, Anderson es una gran inspiración para jóvenes de Barranquilla, Colombia y para todo el equipo de Vive Bailando.

¡Comparte esta historia y sigamos bailando para transformar el mundo!

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